Amar y cuidar la vida

En no muy apartado lugar de nuestra ciudad, es posible vibrar de emoción con los esporádicos rugidos de las selvas y los chillidos de los saltarines monitos de los montes, el ladrido de los perros ,el zigzaguear de alguna culebra o el silencioso andar de la gacela.
Allí están nuestros hermanos menores de la Creación, rescatados del desaparecido zoológico de Rosario, gracias al tesón, y a la lucha de quien manifiesta no ser adepta al cautiverio de los animales, considera que librarlos a su suerte sería exponerlos a perecer en ámbitos desconocidos, sus espacios naturales, a los que no podrían adaptarse, por ser ajenos a ellos.
El predio de que disponen está preparado con matorrales, árboles y arbustos que los protegen de los fríos del invierno y de los calores del verano Todo ello se debe a la entrega desinteresada de la profesora María Esther Linaro, quien brinda su vida, al estilo franciscano en la atención afectuosa de sus criaturas, con las que formamos parte de un todo, del Uno Universal...
Al decir de María Esther Linaro: Es difícil sacarse la raíz revolucionaria para evolucionar-Pero es la estrategia. La única que nos queda a nosotros que siendo seres humanos, somos sólo parte de la obra del Gran Artista…Conocí a Francisco en el querido Colegio" San Francisco de Asís" eso, marcó mi vida.
A mi decir, con las misma formación franciscana ,esta obra emprendida por la Prof Linaro muestra al ser humano en toda su dimensión.